Consejos para estudiar inglés
Aprender inglés requiere de gran esfuerzo, concentración y tiempo. Es improbable que podamos usar esa lengua de manera apropiada sin antes haberla estudiado con detenimiento. Muchas academias y empresas ofrecen cursos de inglés donde le prometen al alumno poder dominar el inglés en períodos escandalosamente cortos de tiempo. Claro que estas son estrategias de marketing para atraer clientes, pero la realidad es que para aprender inglés es necesario dedicar muchas horas de estudio y práctica continua.
Por ello, hoy te traemos una guía con 3 útiles consejos para estudiar inglés de manera apropiada y así maximizar tus posibilidades de aprender la lengua de Shakespeare y hablarla, leerla, escucharla y escribirla a nivel avanzado.
Estudia y aprende la gramática básica
Es muy común encontrar a personas que quieren conocer la lengua viajando a países de habla inglesa con la esperanza de aprender a hablar de oídas. Sin embargo, esta no es la manera más apropiada de aprender, ya que el aspirante, una vez comience a entender lo que se le dice, sólo va a ser capaz, en el mejor de los casos, de formar frases sencillas, llenas de errores gramaticales.
Es cierto que es posible comunicarse con hablantes de inglés de esta manera, pero está claro que no es la manera más adecuada de hacerlo. Es importante conocer las reglas básicas de la gramática y saber para qué y cuándo se usan los distintos tiempos verbales en inglés. Teniendo en cuenta que en esta lengua hay sólo 6 tiempos verbales, no es difícil aprenderlos.
Una vez aprendas y domines los fundamentos básicos de la lengua y sepas cómo usar esta gramática sencilla, el hablante puede empezar a describir cosas de su entorno social y personal de manera asertiva y correcta. Por ello es tan importante que no te saltes este paso.
Dedica al menos 2 horas diarias al estudio
Todos sabemos que aprender un idioma es una actividad que demanda paciencia, constancia y trabajo. También es cierto que la vida en el presente está llena de imprevistos, tareas de último minuto, responsabilidades añadidas y cantidades ingentes de trabajo.
Por esa razón, se nos suele hacer tan complicado dedicar el tiempo suficiente al aprendizaje de un segundo idioma con reglas gramaticales, pronunciación y organización distintas al nuestro.
Sin embargo, es importante que tratemos de crear un horario en el que podamos encajar nuestras actividades del día a día y compaginarlas con el estudio sistemático de la lengua que nos proponemos aprender, en este caso el inglés.
Afortunadamente, la tecnología y las redes sociales nos proveen grandes oportunidades para aprovechar las horas muertas que pasamos, por ejemplo, atrapados en el tráfico de la ciudad, en el transporte público y esperando en consultorios médicos.
Hoy en día es muy fácil invertir esas horas en vídeo-clases de YouTube con profesores nativos y no nativos que explican la gramática de manera sencilla, en interesantes podcasts dedicados al estudio del inglés para principiantes, incluso vídeo juegos didácticos con los que se puede aprender a diario.
Es importante entender que estudiar inglés no tiene por qué ser una tediosa actividad relacionada con libros de texto y horas invertidas en el estudio exhaustivo de la gramática como nos la han enseñado tradicionalmente. La tecnología y el internet hoy nos proveen grandes oportunidades de estudiar de manera dinámica y divertida.
Crea objetivos diarios
La rapidez con que se desarrolla la vida en la sociedad presente, el hábito del multi-tasking y la insistencia de nuestros jefes en que fabriquemos como sea un certificado de inglés nos llevan a cometer el error de querer aprender el idioma de manera apresurada y tratando de hacerlo todo a la vez.
No obstante, el aprendizaje de un idioma, como el aprendizaje de cualquier disciplina o materia, demanda tiempo y dedicación. No es posible aprender inglés en una semana o en mes sin una base sólida antes adquirida. Es necesario ir paso a paso. Hay que aprender las cosas de manera sistemática, comenzando por lo más básico hasta alcanzar lo más complejo.
Por ello, es esencial comprender que podremos aprender mejor y con mayor efectividad si nos fijamos metas alcanzables antes de comenzar el estudio. Si me voy a poner a estudiar sin tener un objetivo en mente, no estaré estudiando de manera sistemática y efectiva.
Por ejemplo, si mi propósito del día es aprender a usar el presente simple, lo primero que debo hacer es apartar una cantidad de tiempo específica para dedicarme exclusivamente a ello. Luego, debo estudiar sólo esa porción de la gramática en profundidad y luego debo crear suficientes ejemplos para saber que ya he comprendido el uso de ese tiempo verbal.
Al principio, por supuesto, serán metas pequeñas, pero con el paso del tiempo y siendo constantes, podremos adquirir las herramientas necesarias para que estos objetivos se vuelvan más ambiciosos y complejos. Recuerda no tratar de hacerlo todo a la vez. Hay que ir paso a paso para que el aprendizaje sea efectivo.
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